Hola a tod@s!!, ya llega el veranito, los días son más largos, hace calorcillo y que mejor bolso veraniego que un capazo!!. Hace ya unos años, compré el capazo que os quiero enseñar, cuando mi hija era pequeña para llevar sus cositas y lo tenía un poco olvidado dentro de un armario y estos días al empezar a hacer el cambio de ropa salió y pensé: vamos a darle un aire nuevo y de paso le aseguro las asas. Vamos que proyecto en marcha! !!.
Busqué en el costurero donde tengo los retales y encontré unas tiras con unos buhos de unos cojines monísimas, con ellas busqué en una mercería un lazo que le hiciera juego y me puse manos a la obra.
Primero con los retales los metí por uno de los agujeros donde empiezan las asas y le hice un nudo con el principio del asa para empezar a enrollar alrededor, enganchado también con un poco de silicona para asegurarme el aguante, en cada vuelta, también ponía una gota de silicona por la parte de dentro. Para acabar, hice lo mismo que al principio, meter el retal por el agujero del asa, hacer un nudo y asegurar con una gota de silicona. Una vez acabada un asa, repití la operación con la otra.
Después me puse con la cinta para toda la abertura del cesto. Empecé debajo de un asa, el principio, normalmente, lo dobló un poco para dentro y lo engancho al cesto y fuí siguiendo todo el ancho del capazo, haciendo un pliegue de tanto en tanto. Ah, que no os he dicho que lo fuí enganchado todo con silicona. Cuando llegué al punto donde empecé, pasé por encima con un pliegue y corté.
Para acabar, lo aseguré con hilo y aguja, con unas cruces. El resultado genial, o al menos a mi me encantó. Una manera de reciclar un capazo. Espero que os guste mi propuesta y hasta la siguiente, nos vemos por aquí.
